KM 53
Entre todos los caminos preciosos que la poesía me ha dado, el poder
transformar el dolor en letras ha sido mi mayor regalo. Hoy despido mi
kilómetro 52 con el enorme vacío que deja la partida de una amiga, he aprendido
que lo único seguro en esta vida es la muerte.
Me despido de un año que aún con sus dolores y tristezas me ha regalado momentos
maravillosos, la compañía amorosa de mi familia, el abrazo sincero de mis
amigos a quienes cuido como el mejor de mis tesoros, en mi lista personal de
deseos tengo pueblos y ciudades nuevas que este año conquisté, y vibra en mí,
el enorme deseo de seguir caminando al borde de mi mundo, conquistado mochila
al hombro aquellas tierras lejanas por las que quizás alguna vez ya pasé. Me
despido agradecida de un kilómetro más, y recibo mi nuevo año con paz y
tranquilidad, descansando y con la seguridad de saber que de tanto perder
aprendí a ganar.
El valor y la fuerza de los 53
Años vibrantes,
sin importar
donde se deja
descansar el corazón,
la vida suspendida
en hilos de luz
tejiendo amores
que abriguen el alma.
Septiembre siempre llega
con la certeza del amor,
y por agreste que este sea,
llega a tiempo con la lluvia
para reunir fragmentos
y devolverme
el valor y la fuerza
para celebrar la vida.
©2019. Mayela Bou.
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