junio 14, 2015

Perdurables...

Perdurables
fueron esos días
de la bestia 
arraigándose en mis entrañas.


Como ácido,
veneno, 
lava ardiente
calcinando y socavando
la vida lentamente.

Nunca
más melancolías alojadas,
enojos in-fértiles,
pedruscos malignos
que me gastan la savia.

Cada noche los lobos 
se alejan del alma,
y yo, con éste verso, honro
la mano bendita
que limpió mis entrañas.


Mayela Bou
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