octubre 27, 2010

BUEN VIAJE MADRE SOFI!!!

Que difícil se me ha hecho escribirle un post en su memoria a mi amiga Sofía Navarrete, llegan a mi mente y a mi alma un afluente de ideas, experiencias, momentos bellos y momentos tristes, que no se por donde empezar.
No encuentro palabras para alcanzar la gratitud que mi corazón siente hacia una mujer que formó las estructuras de mis valores, de mis principios, que armonizó  mis miedos y mi valentía con una sola frase: “No te detengas.”

Era el año de 1983, yo regresaba de Costa Rica había vivido tres años en ese país, volvía al colegio Eucarístico de San Salvador, el cual había sido anteriormente mi colegio por cinco años, y lo seria hasta el día en que me gradué y puedo asegurarles que 25 años después de mi graduación, sigue siendo mi casa.
Ese mismo año regresaba de México una monjita salvadoreña a la que puedo describir como estricta, metódica, puntual, sincera, directa, honesta, y seria.
Yo acostumbrada, o mejor dicho, mal acostumbrada a que las monjas me consintieran, cuando tuve mi primer encontronazo con ella, sentí que se me derrumbo el mundo.
Pasamos un año solo viéndonos, ella esperando el momento para darme el castigo a mis fechorías y yo buscando el instante para escapar de ella.
En el año 84 ya no pude jugar Basketball por que el colegio solo tenia juvenil A y yo ya tenia edad para jugar en primera categoría, por lo tanto ya no me quedaba a los entrenos, y como no quería regresar a mi casa tan temprano, buscaba la manera de quedarme en el colegio.

En el pasillo de la capilla había un letrero que decía:
¿Quieres impartir clases de catecismo en las tardes?
Ven a una reunión a las 3:00 pm en el salón de música.

Era el motivo perfecto para que yo me pudiera quedar en el colegio.
Llegue al salón de música y qué creen? la que me daba la bienvenida era la madre Sofía, cuando la vi, quise dar la vuelta, correr, huir… y ella me dijo: “ven Mayela no te vayas.”
Desde el día en el que pronuncio esas palabras, ella y yo tuvimos un nexo que nunca terminaría, pase a su lado cada recreo, de mis años de colegio, cada vacación, no se cuantos libros me dio a leer y cuantos leímos juntas, me contó su historia con lujo de detalles, reímos y lloramos juntas, celebrábamos cada grupo de niños catequizados con una ida a la playa, ella siempre supo cual era mi postura con la iglesia y no le importo que lo compartiera con los niños, supo respetar mi forma de tener fe, sin que yo lo supiera me decía guerrillera, pero también supo compartir respetuosamente  esa manera tan especial en la que ella creía.

Montamos obras de teatro, uno de mis mejores amigos hizo el papel de Herodes, nunca olvidaría a Carlitos Porras, tenia las fotos de él  en su arsenal de recuerdos.
Recuerdo haber pasado meses intentando enseñarle a mandar mensajitos desde su celular, nos divertimos mucho, pero ya sus 85 años le pesaban para aprender esas cosas tan banales, jajajajajaja, pero era fanática del celular, si lo sabré yo….

Estuvo en mi boda, puedo recordar la felicidad con la que llegó a la iglesia, puedo recordar el amor con que nos daba su bendición.
Estuvo con el nacimiento de mis hijos, es la madrina de mi hijo mayor, se sentía tan orgullosa de ellos, era como darle la oportunidad de ser madre y abuela, una oportunidad que se les niega por voluntad propia, y que por esas paradojas de la vida terminan siendo madres de cientos de jóvenes.
Una de las facetas mas bellas de mi amiga, fue la de pintora, la sala de mi casa esta llena de sus cuadros, de su espíritu, pintaba poniendo el alma en su trabajo, y puedo asegurarles que mientras pintó mis cuadros fuimos felices ambas, yo pidiendo y ella complaciéndome, nunca fui tan consentida por una monja, como por la monjita estricta, enojada, seria. Ella me dio la oportunidad de conocer a la mujer valiente, a la mujer sincera y honesta, a la mujer dulce y sencilla, a la mujer sin habito de religiosa, a mi amiga que ahora despido con un afluente de recuerdos que llenan mi corazón  de alegrías, de lagrimas, sonrisas, de gratitud y amor.

Ahora pintaras amaneceres querida mía
en el lienzo de la creación.
Te iluminaran las estrellas que pusiste
sobre mis pinturas.
Y te refrescaran estas lágrimas
que derramo para ti.
Pinta! sigue pintando mi mundo de color azul,
y déjame descubrirte en cada amanecer,
en cada atardecer, en cada luna llena,
en el suspiro que te extraña,
en la belleza de tu sonrisa, suspendida en
el reloj de mi niñez.


Barista.



Sé que estas feliz viendo al maestro cara a cara...



Buen viaje Madre Sofi!

Hasta el día en que nos volvamos a ver!




octubre 25, 2010

Nota aclaratoria




Hace ya varios días que quería venir a dejar esta nota aclaratoria sobre el post anterior, pero tuve una semana de duelo y de mucho trabajo.

El escrito de: Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego”,  no es de mi propiedad, es de la uruguaya Simone Seija Paseyro, quise compartirlo con las chicas de la prom. 77 de mi colegio quienes tienen unas fotos geniales para este escrito.
Así que todas las felicitaciones las uno  la admiración que siento por la autora y se las haremos llegar.

y como han disfrutado estas palabras tanto como yo,
de paso les recomiendo un libro de Clarissa Pinkola



“Mujeres que corren con los lobos”

Recomendable para toda mujer, Clarissa Pinkola nos ofrece una auténtica joya repleta de claves del espíritu femenino. A través de diversos cuentos (algunos familiares, como Barba Azul o Las Zapatillas Rojas), la autora nos ofrece una fantástica oportunidad para reinterpretar y comprender mejor nuestras experiencias vitales y así poder actuar en plena consciencia.
Pinkola parte de la premisa básica de que toda mujer, sin excepción, alberga en su interior a la Loba, la Mujer Salvaje, aquella que nos llena de energía y nos hace recuperar la espontaneidad, a la vez que nos transforma en animales maduros que saben protegerse de los depredadores dejando a un lado la ingenuidad o la inexperiencia. Puede estar dormida o medio muerta, pero siempre anhelará reencontrarnos.
En palabras de la autora : "La loba, la vieja, la que Sabe, está dentro de nosotras. Florece en la más profunda psique del alma de las mujeres, la antigua y vital Mujere Salvaje. Ella describe su hogar como ese lugar en el tiempo donde el espíritu de las mujeres y el espíritu de los lobos hacen contacto -el lugar donde su mente y sus instintos se mezclan, donde la vida profunda de una mujer consolida su vida mundana. Es el punto donde el Yo y el Tú se besan, el lugar donde las mujeres corren con los lobos".




octubre 17, 2010

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor del fuego

Para todas esas generaciones de mi colegio, que podrán saborear la dulzura de un reencuentro.






Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos.
Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal. Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna. Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen. Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras. Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un examen, o para cerrar una noche de cine. Las de “veníte el sábado” porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas. El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada…y sin embargo…detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos. Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar. Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no. Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir. Bailamos con un hombre, pero la danza más lograda la hicimos para nuestros hijos al enseñarles a caminar. Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos. Entonces…los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada. La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar. Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir. Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes. Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos. Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono. Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego” que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida. Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón.

octubre 16, 2010

Así despierta San Salvador…

En las mañanas (6:30 a.m.) cuando vuelvo de dejar a mis hijos en el colegio, me gusta regresar a casa despacio, manejo observando a los transeúntes, algunos corren por que van tarde a sus trabajos, bañaditos, con ropa recién planchada, zapatos lustrosos, algunos otros se ven todos soñolientos, con el peso del cansancio sobre sus parpados,  muchos caminan con un vaso de café en sus manos, los niños cargan sus mochilas de útiles escolares sobre sus hombros como si el mundo pesara sobre ellos,  en las esquinas de los semáforos están los vendedores de periódicos, portadores de buenas y malas noticias, ventanas a esos mundos desconocidos, promesas y mentiras de papel tan efímeras como las horas.
En algunos coches observo a muchas mujeres maquillándose en el espejo retrovisor, admiro su destreza, pero también he visto una mañana de estas a un padre con borrador y lápiz terminando la tarea de su hija en el tiempo del semáforo.

Es como ver a una ciudad dormida, que recién despierta y que inicia su jornada, despierta al trajín de sus habitantes, todos vamos enfrentando el día en contra del reloj, tomándolo de sus manecillas para robarle algunos minutos extras antes de marcar una tarjeta.

Cada cual en lo suyo, con la mirada puesta en sus propios horizontes, en el cielo que cobija los sueños de muchos, he podido observar a los chicos con sus cabezas apoyadas en los vidrios de las ventanas del auto bus, como buscando el día, el instante en el que coronaran sus sueños, chicos universitarios quizás, a sus espaldas algunas noches de desvelo antes de un examen evaluado.

En la esquina de un centro comercial veo y escucho a un señor gritar con una Biblia en la mano, ofrece salvación, castigos, arrepentimientos, felicidad, fuego, una vida mejor… basta con aceptar a cristo, tremenda oferta señores, a primera hora del día!

En la esquina contraria hay un vehiculo parqueado con su capota del baúl abierta, vende pan dulce para desayunar.
En fin, la ciudad se empieza a llenar de humo, vendedores,  ruido, vehículos, sonidos ofensivos, todos corren y nadie, absolutamente nadie vuelve la mirada hacia el suelo…

Ahí están… los niños de la calle, los duendecillos perdidos y abandonados,  los que roban sueños y fantasías, los que se asoman a las ventanas de nuestros vehículos para conocer un mundo diferente,  los que comen migajas de pan con sabor a banquete, los que duermen en el pavimento, arropados con sus tristezas, los que lloran de miedo bajo un cartón que consideran su única propiedad.
La noche ha sido fría… la droga los ha llevado por un viaje de sueños inalcanzables, frágiles historias que nacen en sus corazones afligidos.
Quién baja la mirada para buscarles entre las cunetas de San Salvador, quién se ha detenido a pensar que con un trocito  de pan caliente sus mañanas serian distintas. Nadie los mira,  a muchos de los que corren se les hace tarde para llegar a misa,  a sus trabajos, a sus centros educativos, al gimnasio, al desayuno con las señoras de la iglesia,  nadie los mira, todos corren tras sus sueños, mientras ellos corren de sus pesadillas.
La ciudad despierta poco a poco, se va desperezando con tranquilidad, no quiere recordar que mientras ella duerme, los duendes vagan por sus calles reclamándole, un poquito de dignidad.

Cada mañana que veo mi ciudad, me pregunto:
Qué nos pasa? adónde se fue nuestro sentido de humanidad?

Así despierta San Salvador…


 

NADA VALE SI HAY UN NIÑO EN LA CALLE!!

octubre 12, 2010

Rescate de los 33 mineros Chilenos




Como muchas personas en el mundo, estoy en medio de las paginas de la historia, siguiendo de primera mano el rescate de los 33 mineros chilenos.
Fue en el blog de mi amiga Pilar, Chilena, que leí por primera vez la noticia de los 33 mineros y desde ese momento les he seguido la pista en estos 67 días.
Siento una emoción difícil de explicar, y al escuchar a Patricia Janiot en CNN quebrarsele la voz me doy cuenta de que mi corazón late esta noche con el corazón de la humanidad.
Esta experiencia me hace pensar en el día en el  que la humanidad se paralizo para ver el primer alunizaje, y es que ya no tenemos noticias buenas y esperanzadoras, ya no tenemos este tipo de emociones, la hemos cambiado por los desastres y los atentados. 
Las esperanzas, la unidad, la fe son olvidadas por la incansable lucha de ser y tener posesiones materiales.
Cuando salió el primer minero rescatado nos fundimos en un abrazo, en aplausos, en lagrimas, se nos olvido por un momento lo pesado de las horas de trabajo, del estrés, de las  preocupaciones,  de las deudas, y saboreamos la delicia de la esperanzan, la dulzura de la fe, la frescura de los corazones unidos, sabores que hemos olvidado por el sabor amargo del egoísmo.
Este ha sido un café y una noche de emociones, faltan muchas horas de esperanza, faltan 30 mineros aun.
Que les acompañe la fuerza de un país tan bello como Chile, que les acompañe el alma de una humanidad sedienta de unidad, que les acompañe la fe de todos los corazones que estamos en vilo esta noche y hasta que salga el ultimo minero.
Esto es como ser parte de uno de esos libros cardíacos, como correr entre las paginas de una historia que se escribe aquí y ahora.

Este post para mi amiga Pilar, para ese camino del sur que nos enamora a conocer su tierra
y para mi amigo que busca nuevos horizontes para regalárnoslos con letras bellisimas Juan Antonio un español que vive y ama Chile.

En buena hora para ustedes también... celebren junto a la humanidad!


OH Chile, largo pétalo
de mar y vino y nieve,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
ay cuándo
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura,
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio.


.

octubre 06, 2010

Octubre....




Octubre ha llegado y con el sus vientos llenos de nostalgias, de recuerdos impregnados de infancia, de días escolares, de amigos que se han marchado ya.
Teníamos varios año sin los vientos de octubre, llegaban algunas brisas los días de noviembre, o por no dejar se colaban algunos vientos con los fríos de diciembre, pero este año han sido puntuales a su cita, han llegado anunciando el verano, el fin del año escolar, anunciando los días de amigos y vecinos jugando en las calles, elevando cometas cargadas de felicidad.
Octubre trae paz para mi corazón, trae consigo cosas nuevas, experiencias intensas, letras, música, vida y tranquilidad.
Las vacaciones se asoman despacito, muy despacito, en los cuadernos de los niños la cuenta es regresiva ya, vienen los días cargaditos de juegos, de sonrisas, de esperanzas en la navidad,  que bonito es octubre, sus vientos, sus celajes, sus tardes cálidas,  su cielo estrellado luciendo a Venus con una luz sin igual.
Vienes a regalarme la brisa que tanta falta me hacía en este largo caminar, yo la recibo con la música de mi alma, con la certeza de que la vida ha de continuar.
Las vacaciones son para los niños, pero yo no puedo dejar de pensar en esos días de tanta tranquilidad, busco en el cajón de mi infancia, y encuentro esa sensación de libertad.
Quizás no pueda irme de vacaciones físicamente, pero mi alma y mi corazón  entran en un letargo, se vuelven a la infancia una vez mas, y  eso es como estar de vacaciones, desconectarme del  mundo y sin rumbo empezar a volar.
Octubre, yo te recibo con Cannon Pachelbel, por que se que tus vientos lo guardaran en las profundidades de tu existir, por que caminas hacia el norte queriendo llevar un mensaje que nace con la luz de un hermoso amanecer, anunciando el comienzo de cosas nuevas que llenan mis horas de felicidad.