septiembre 01, 2019

Patricia Méndez Abularach



Nuestra última copa de vino fue aquella tarde del 16 de agosto, adelantando nuestros cumpleaños brindamos por la vida, "Feliz cumpleaños bicha" _me dijiste. Nuestros corazones sabían que ese brindis anunciaba la despedida. Era invierno y en el jardín reverdecido de tu casa esa tarde nos llovieron los recuerdo de la infancia, nos reímos, ambas cruzábamos nuestras miradas sabiendo que era la última vez que nos veríamos, cada minuto era un tesoro. Sin embargo, en aquel abrazo tan profundo y nuestro, ya en la puerta para despedirnos, hicimos cita para una próxima vez, yo iría a España a verte, o tú volverías a San Salvador a nuestra cita.
Ahora no sé adónde será, pero tú y yo nos volveremos a reencontrar, para reírnos de aquel primer encuentro en las filas del colegio, de la Coca Cola que compartimos juntando nuestros centavitos, de los Chévere con una uva tropical en el Hula Hula y de las carreras huyendo de la madre Changüita.
Buen viaje Paty querida, que tus padres te reciban con amor infinito y Dios te lleve a su eterna morada.
Te quiero bicha!

Y así fue como nos despedimos.






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