septiembre 15, 2022

KILÓMETRO 56





Los últimos seis meses de mi kilómetro 55 ha sido una prueba tras otra para que me aferre a la vida y encuentre en ella un sentido mucho más profundo del que me han dejado los años anteriores.

En estos meses mi existencia se ha empecinado en mostrarme la muerte como parte de la vida, no termino de pararme de una caída cuando una ola más grande viene sobre mí, y aún tirada a la orilla del mar he podido visualizar con esperanzas el horizonte.

Así he ido avanzando en este kilómetro de vida, nunca he dejado de aprender en cada caída, en cada dolor, con cada lagrima, con cada despedida.

Agradezco que no he perdido ese deseo de entregarme de manera amorosa y cálida a cada uno de mis días. Nacer y morir sin dejar de existir. No prestarle ni un segundo la mirada a la derrota.

He llegado a la edad del viento que corre libre, la edad que no mide solo existe para honrar la vida.

Hoy inicio un ciclo nuevo, me siento agradecida por el amor de quienes me cuidan, me acompañan, y me muestran el camino.

Le doy la bienvenida a mi kilometro 56, estoy segura de que vendrán olas que lavaran mis pies con calidez y me invitaran a transitar este kilometro llena de amor, ilusiones y esperanzas. Sé que vendrá un oleaje manso, que me arrullará en aguas de tranquilidad.

Deseo para mí, toda la calma que mi alma necesita, luz en mis noches más oscuras, amor propio que me mueve para avanzar, y salud en mi cuerpo para que me permita siempre escoger bailar cuando el dolor apriete.

Amo la vida y hoy más que nunca respeto la muerte.

 

¡Feliz cumpleaños para mí!

 



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