¡Bienvenido seas Kilómetro 52!
Un reloj camina despacio
hacia mi atardecer.
Un latido provoca la vida
que aún me sostiene de pie
en este cuerpo que habito.
Mi alma se llena de júbilo
por algunas pequeñas suertes
en batallas conquistadas,
esas que se han quedado atrás,
pero que marcan con agudo
sentido mi destino.
Las que me llevan a transitar
en esta senda, un kilómetro más.
En mi ligero equipaje:
las esperanzas, las cicatrices,
un pedazo de mapa y una ganas
locas de desafiar la vida.
¡Bienvenido seas Kilómetro 52!
© 2018. Mayela Bou
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