En las mañanas (6:30 a.m.) cuando vuelvo de dejar a mis hijos en el colegio, me gusta regresar a casa despacio, manejo observando a los transeúntes, algunos corren por que van tarde a sus trabajos, bañaditos, con ropa recién planchada, zapatos lustrosos, algunos otros se ven todos soñolientos, con el peso del cansancio sobre sus parpados, muchos caminan con un vaso de café en sus manos, los niños cargan sus mochilas de útiles escolares sobre sus hombros como si el mundo pesara sobre ellos, en las esquinas de los semáforos están los vendedores de periódicos, portadores de buenas y malas noticias, ventanas a esos mundos desconocidos, promesas y mentiras de papel tan efímeras como las horas.
En algunos coches observo a muchas mujeres maquillándose en el espejo retrovisor, admiro su destreza, pero también he visto una mañana de estas a un padre con borrador y lápiz terminando la tarea de su hija en el tiempo del semáforo.
Es como ver a una ciudad dormida, que recién despierta y que inicia su jornada, despierta al trajín de sus habitantes, todos vamos enfrentando el día en contra del reloj, tomándolo de sus manecillas para robarle algunos minutos extras antes de marcar una tarjeta.
Cada cual en lo suyo, con la mirada puesta en sus propios horizontes, en el cielo que cobija los sueños de muchos, he podido observar a los chicos con sus cabezas apoyadas en los vidrios de las ventanas del auto bus, como buscando el día, el instante en el que coronaran sus sueños, chicos universitarios quizás, a sus espaldas algunas noches de desvelo antes de un examen evaluado.
En la esquina de un centro comercial veo y escucho a un señor gritar con una Biblia en la mano, ofrece salvación, castigos, arrepentimientos, felicidad, fuego, una vida mejor… basta con aceptar a cristo, tremenda oferta señores, a primera hora del día!
En la esquina contraria hay un vehiculo parqueado con su capota del baúl abierta, vende pan dulce para desayunar.
En fin, la ciudad se empieza a llenar de humo, vendedores, ruido, vehículos, sonidos ofensivos, todos corren y nadie, absolutamente nadie vuelve la mirada hacia el suelo…
Ahí están… los niños de la calle, los duendecillos perdidos y abandonados, los que roban sueños y fantasías, los que se asoman a las ventanas de nuestros vehículos para conocer un mundo diferente, los que comen migajas de pan con sabor a banquete, los que duermen en el pavimento, arropados con sus tristezas, los que lloran de miedo bajo un cartón que consideran su única propiedad.
La noche ha sido fría… la droga los ha llevado por un viaje de sueños inalcanzables, frágiles historias que nacen en sus corazones afligidos.
Quién baja la mirada para buscarles entre las cunetas de San Salvador, quién se ha detenido a pensar que con un trocito de pan caliente sus mañanas serian distintas. Nadie los mira, a muchos de los que corren se les hace tarde para llegar a misa, a sus trabajos, a sus centros educativos, al gimnasio, al desayuno con las señoras de la iglesia, nadie los mira, todos corren tras sus sueños, mientras ellos corren de sus pesadillas.
La ciudad despierta poco a poco, se va desperezando con tranquilidad, no quiere recordar que mientras ella duerme, los duendes vagan por sus calles reclamándole, un poquito de dignidad.
Cada mañana que veo mi ciudad, me pregunto:
Qué nos pasa? adónde se fue nuestro sentido de humanidad?
Así despierta San Salvador…
NADA VALE SI HAY UN NIÑO EN LA CALLE!!
En Madrid los sábados nos levantamos muuuuuuucho más tarde. Yo aún estoy con los ojos medio cerrados!!
ResponderEliminarJunto a mi casa hay un comedor social donde van gente de todas las edades a por una comida caliente y una vez al mes a llenar carros y bolsas con comida que reparten.
Tú ves alos niños como duendes, a mí me han atracado dos gitanos de no más de 10 años...
Que triste Maye y como siempre los niños son los más perjudicados de nuestra falta de humanidad. Ellos son el futuro, y la verdad esta no es la mejor escuela para ellos
ResponderEliminarBesos amiga
Hay un programa de televisión en España que se llama "Madrileños por el Mundo". Van a paises donde hay madrileños y te muestran cómo se vive en ese país.
ResponderEliminarMañana por la noche el programa está dedicado a El Salvador. Lo veré para conocer un poco más de tu tierra!!
La humanidad nunca existió. Si hubiese humanidad la igualdad no sería una mera palabra. No es tu ciudad, son todas las ciudades del mundo, por desgracia para todos.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Chris! aquí también hay asistencia, es una lastima que la gente haga de ello un modo de vida, a veces la reciben quien no la necesita.
ResponderEliminarEsos gitanos que te han atracado, no nacieron siendo ladrones, todo es resultado de los sistemas corruptos, y de la indiferencia de muchos.
Yo veo ese programa aquí por cable, me gusta mucho.
Espero que El Salvador sepa presentarse y si te enamoran sus paisajes, de sus montañas, y su calorsito, aquí esta mi casa abierta para ti.
En lo personal me han sorprendido mis amigos españoles que se han quedado a vivir aquí, hay algo de esta pequeña tierra que les enamora.
un beso y que tengas un bonito regreso a tus labores.
Hola Toñi!
Es triste ver el abandono al que hemos reducido a los niños.
Y digo hemos por que la indiferencia cuenta.
Cuanta falta me has hecho, te mando los datos de Fátima en un correo, si? y tratemos de llamarnos esta semana.
un beso! tQ!
Hola Isabel, el otro día estuve leyendo un documento del ministro de salud de Cuba sobre la salud de los niños en las Américas y en cuba
y decía el doctor Carlos Dotres que doscientos millones de niños en el mundo duermen hoy en las calles. Ninguno de ellos es cubano. Cien millones de niños con menos de 13 años están obligados a trabajar para vivir. Ninguno de ellos es cubano. Más de 1 millón de niños son forzados a la prostitución infantil y decenas de miles han sido víctimas del comercio de órganos. Ninguno de ellos es cubano. Veinticinco mil niños mueren cada día en el mundo por sarampión, paludismo, difteria, neumonía y desnutrición. Ninguno de ellos se cubano.
Cifras que a mí en lo personal me asustaron, no entiendo por que países como Cuba si encuentran una humanidad extinguida para el resto de los países.
Es impactante llegar al aeropuerto de la habana y leer el letrero de:
“Doscientos millones de niños en el mundo duermen hoy en las calles. Ninguno de ellos es cubano.”
Le llena a cualquiera el corazón de esperanzas.
Me encanta tomar café contigo, tú le pones el saborcito de Madrid.
Que tengas una bonita semana.
Saludes a tu hija y a tu madre.
Besos