KILÓMETRO 50
Este es el día
en el que llego a mi kilómetro 50, el inicio de una nueva década en mi
existencia. Los años suficientes para sentirme realizada y feliz. Llego
aferrada a mi única verdad, a la tranquilidad y al enorme deseo de continuar
muchos años hacia adelante.
Al despedirme de
mis 40´s he visto todos aquellos kilómetros recorridos por los que nunca
volveré a pasar. Ahora con toda seguridad muestro las cicatrices del cuerpo y
las del alma, porque ellas son la memoria de batallas ganadas y pérdidas, son
las que me indican el futuro, las que trazan mis trayectos y proyectos, las que
me recuerdan que a pesar de todo no debo perder la fe, la esperanza y la
felicidad. Y a quienes llamo mis
experiencias.
Llego a mi
kilómetro 50 llena de versos y pasiones, con el aroma del sándalo en mis manos,
llena de música, fiestas y sangre valerosa, de convicciones conquistadas, y
mágicos amores. Soy una mujer que ama la sencillez de lo cotidiano, las lluvias
de septiembre, las lunas y estrellas de diciembre, los amigos que nutren mi
corazón.
Soy una mujer
ahora capaz de abrazar a su niña, sin miedo a reproches, ella y yo ahora en
perfecta comunión de complicidad y ternura. Soy la mujer amante de interminables
noches de lectura, de carcajadas libres, de palabras sueltas, de abrazos
apretaditos y copas de vino. Y por supuesto amante de la buena cocina.
Saludo con
ilusión esta nueva década de vida que hoy comienza, busco mi centro y hago una
reverencia a los años que se fueron. Pido al universo me permita acabar lo
inacabado, llegar al lugar deseado, nunca más abrir las puertas de lo antes
cerrado, caminar de la mano con mis sueños, disfrutar cada minuto con mis seres
amados, y tener la valentía de tomar la vida cada día. Pido al destino me ayude
a darle al mundo lo mejor de mí.
Enaltezco y
honro con mi primer libro a mi madre la mujer que me dio la vida, mi fiel
compañera por estos cincuenta años. A mis musas, pido me revelen mágicas letras
y guarden sus secretos en mi pluma, que sean ellas quienes me dejen respirar el
aroma de las flores etéreas, saborear la alegría de la juventud eterna, y
poseer un halo de misterio en el arte para poder ver con los ojos del alma.
Pido al universo
muchos años más, y recorrerlos de manera consciente, prometo cuidarlos con
alegrías, flores, sueños, tertulias, copas de vino, trabajo y amigos, familia y
amor del bueno.
Prometo vivir un
día a la vez.
¡BIENVENIDO SEAS
KILÓMETRO 50!
Bienvenida al club de los 50...me encanta como describes la forma en que hay que vivir la vida. Ahy!! si supieramos lo que sabemos a los 20 verdad? ...un beso, un café...y Felicidades.
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