Los grises de este invierno han sido bellísimos, sus tonalidades me han dejado una sensación fresca en el alma y pues no puedo mas que pensar que son el reflejo de mi solitario corazón.
No hay tardes mas plenas que manejar en la carretera, reflejar el alma y el corazón en el cielo y escuchar a Norah Jones.
Les comparto los grises de mi invierno.
Buen café para todos.
preciosas imágenes.
ResponderEliminarUn saludo.
Ciertamente unos grises hermosos Mayela!
ResponderEliminarBesitos,
Qué preciosidad de imágenes. Contraste entre tierra, cielo, nubes...
ResponderEliminarAquí poco a poco llegará el otoño. Me gusta cuando el tiempo refresca como para ir con una simple manga larga. El cielo se llena de nubes en Madrid, con sus formas perfectamente delimitadas. Y si descargan algo de lluvia dejo que el agua me empape para sentirme muy viva!!
Un abrazo
Mayela, hermosos tus grises, tus praderas y tus cielos, acompañado por una excelente canción. Gracias por el café, abrazos
ResponderEliminarMaría Pilar
Hermosas tu entrada querida Mayela y las fotografías me han encantado.
ResponderEliminarUn besito con todo mi cariño, guapisima.