Mi segundo día en la ciudad de viento, cuando finalmente pude dejar la cama, Varinia ya estaba bañada vestida y con su primera taza de café. No se vale! ellas es más joven que yo y con una energías increíbles, yo apenas empezaba a sentir nuevamente mis pies, la cabeza la tenía repasando las calles de la milla magnifica y el corazón buscaba los cuatro puntos cardinales y claro! como siempre, perdida! Cuando Varinia pregunto adónde quieres ir ahora? no sabía que responder, yo me daba ya por satisfecha con todo lo que mis ojos habían visto el día anterior, no supe que responder, después de unos minutos dije: No lo sé el lago quizás…
De pronto la pregunta del millón:
Tú eres Bahá'i, quieres ir al templo en Wilmette?
Mi corazón se paralizo justo al centro de los cuatro puntos, mis ojos brillaron y con las emociones al borde de su límite respondí con otra pregunta: No nos queda muy lejos? (las distancias en los Estados Unidos pueden ser eternas)
_No, a unos 30 minutos de casa.
La respuesta de Varinia fue el detonante de lo que sería un día maravilloso en mi vida, brinqué del sofá al baño, me vestí y en poco tiempo estaba lista para lo que viniera.
Nos dirigíamos al 100 Linden Ave.en Wilmette, una pequeña ciudad del condado de Cook, a solo 23 kilómetros al norte de Chicago.
Cuando el templo estuvo frente a mis ojos el corazón se me hizo grande, azul… sentía el alma danzar por todo mi cuerpo, su magnificencia solo podía compararse con la delicadeza de un verso tejido entre encajes de amor, era como ver materializada una dulce poesía escrita para Dios.
Emociones, sentimientos, personas, instantes, oraciones, música, abrazos, miradas… todo, todo estaba dentro de mi corazón, de mi alma, de mi pensamiento, entré para unirme al silencio profundo que emana el abrazo universal de la comunidad Bahá'i.
Varinia y yo estuvimos sentadas bajo la maravillosa cúpula que nos abrigaba con tanto amor, solo dejándonos acariciar por el silencio, por la gratitud, por la vida misma, por la amistad, por el instante…
Con el alma serena, el corazón ligero, salimos a caminar por los jardines, maravilloso vergel donde habita el alma omnipresente de Dios. Tumbadas sobre la grama, envueltas todavía en la suavidad del silencio, viendo hacia el cielo, las horas se nos pasaron hablando de la grandeza del ser humano, escuchaba a Varinia, su ideología, su fe, su creencia, veía hacia el templo y sentía junto a mí el palpitar del corazón generoso de mi amiga, creo que nunca encontrare palabras que agradezcan el qué ella me haya regalado ese instante tan lleno de nuestra esencia.
¿Qué es un Templo Bahá'i?
Bahá'u'lláh, el Fundador de la Fe Bahá'i, dejó instrucciones en el Libro Madre de la Revelación Bahá'i, el Kitáb-i-Aqdas, para que Sus creyentes edificaran templos de adoración en cada país y ciudad. A estos templos les dio el nombre de "Mashriqu'l-Adhkár, que significa "Punto del Alba de las Alabanzas a Dios". El Mashriqu'l-Adhkár debe ser un edificio de nueve lados coronado por una cúpula, y lo más hermoso posible en cuanto a diseño y terminación. Debe estar en medio de un gran jardín adornado con fuentes, árboles y flores, rodeado de edificios auxiliares dedicados a fines educacionales, caritativos y sociales, de manera que la adoración de Dios en el templo esté siempre íntimamente asociada con un reverente placer en las bellezas de la naturaleza y del arte y el trabajo práctico por el mejoramiento de las condiciones sociales.
El templo fue diseñado por el arquitecto Louis Bourgeois un franco-canadiense que sentía que su misión en la vida era construir un templo dedicado a la verdad, su proyecto resulto seleccionado entre 15 presentados.
La construcción inicio en 1912 y no fue terminado hasta 1953, Bourgeois murió en 1930, sin poder ver su maravillosa obra terminada.
Algunas dimensiones de la Estructura:
Diámetro del piso en la base: 68,00 metros
Altura de la cúpula: 16,33 metros
Diámetro exterior de la cúpula: 30,00 metros
El Mashriqu'l-Adhár es una cosa material que tendrá gran efecto sobre los espíritus de las personas... sobre el mundo entero".
Abd'u'l-Bahá
El día empezó a caer y la noche nos llevaba a casa a descansar,
quisiera encontrar las palabras que hagan justicia a todas las emociones que experimente ese día.
Sentadas esa noche en el jardín de la casa de Varinia me deje abrazar por la ciudad de viento, había en mi corazón tanta felicidad…
¡GRACIAS! |
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