Soy mi propio vuelo en el cielo
infinito,
viajo sobre las alas de lo eterno
en el espacio del tiempo y la utopía.
Me llamo libertad.
Mi fuerza de vida radica en la brisa
que despliegan mis alas de mujer amante.
Déjame ahora volar sobre tu cielo
con la libertad latente de una mujer enamorada,
y descender sobre tu cuerpo para amarte eternamente.
Déjame envolverte con la suave brisa,
descansa en mis brazos… hemos
llegado,
tu libertad y la mía, ahora enamoradas.
Barista
el amor es libre y eterno, maravilloso encontrarlo...
ResponderEliminarsaludos querida amiga
Quien encuentra el amor... lo tiene todo.
EliminarGracias por venir amiga!!
Abracitos muchos!
Al leerlo, me hiciste pensar en la envergadura de tus alas. Lugar donde hay espacio para la imaginación, para la realidad, para la vida misma, sin temor a perder mi libertad.
ResponderEliminarL.
Liza, las mujeres como tú o como yo, siempre guardamos en nuestras alas, nuestra esecia de libertad.
EliminarGracias por la visita, por estar aqui la noche de ayer y yo sin darme cuenta, jajajaja!
Un beso.