No sé si lo que veo lejanamente es tu
sombra, se escucha llegar un suave
rumor. O quizás simplemente es el caer de las hojas, pedacitos sutiles y agudos,
de un destino que ya no distingo con éste corazón ciego y ensordecido. Por
ventura pasaras a mi lado, pero nada en mí te alcanzará a reconocer. Que la
vida bendiga tu camino, como el olvido ha bendecido mi ser.
© 2015. Mayela Bou
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