Fotografía de Lilian Ulloa (mi fotografa favorita)
Despidiendo al 2011
Despedir cada año, es a veces rutinario, pero existen años en nuestras vidas a los que es difícil dejar ir, he visto despedirse al 2011 hasta su último segundo, le he dicho adiós con nostalgia e inmensa gratitud, un año maravilloso para mí.
Desde su primer minuto hace 365 días llegó a mi vida con la algarabía y fiesta de mis hijos y sobrinas, me rodeo de retos y premió mis esfuerzos, me ha visto llorar como nunca antes, pero igual me ha visto sonreír libremente, algo que en años anteriores se había perdido, un 2011 lleno de mi esencia, de reencuentros personales, de soltar temores y abrazar la valentía, un año de nuevos amigos y tertulias, de silencios prolongados y eternas noches de lágrimas ahogadas en una copa de vino.
Historias estremecedoras, contadas al calor de algún cigarrillo, tardes de conversación, acompañadas de ricos bocadillos, aahh.. que delicia, amigas nuevas, historias nuevas, miradas nuevas, abrazos llenos de amor despidiendo nuestros encuentros, y nuestros corazones tejiendo la ilusión de una próxima vez para compartir todo lo que llevamos dentro.
He Celebrado la vida con mis seres amados, me rodearon de amor mi madre y mis hermanos, he cargado en mis brazos a los recién llegados, he recordado con nostalgia a los que ya se fueron, deseando nunca haberlos perdido.
Reencuentros formidables, con mis eternos compañeros en la vida, mis hermanos, consentida y amada por ellos, mis centinelas, mis ángeles, mi todo.
Abracé a mis hermanos menores con quienes nunca había compartido, vaya regalo más bello que me tenía preparado la vida, hemos reído, hemos explorado la historia buscando un punto de encuentro y en el que al fin nos hemos sorprendido, sabiéndonos de la misma sangre, amando al mismo padre.
2011, días de prueba y errores, de aciertos y batallas ganadas, noches sin estrellas, días fríos en los que nada me calentaba.
Primaveras adelantadas, festines solo porque sí, porque la vida es bella, pijamadas y amaneceres entre risas y carcajadas.
Los últimos días del 2011 me permitieron amar y ser amada, regalar atardeceres, compartir una fogata y un buen vino, perder la mirada en las montañas y sentir el abrazo del amor quizás inmerecido.
Como regalo de despedida mi 2011 me abrazó con la brisa de sus últimos días y me hizo volar alto, susurrando en mi oído, “Nunca vuelvas a doblar tus alas”.
Al finalizar el año, vuelvo la vista atrás, suspiro, veo mi bagaje lleno de amigos nuevos, de poesía, letras, canto, danza y alegrías, qué más puedo pedirle a esta vida? si me ha dado lo más valioso, el amor de mi familia y el amor de mis amigos.
Bienvenido 2012, bienvenido a mi vida, estoy preparada para cualquier cosa, horizonte en punto de fuga. Lista con pies descalzos, y vaqueros por mapas, corazón, ilusión y cantimplora.
Ven destino! dispara…
Que aún tengo fuerzas para enfrentarte!
FELIZ 2012 PARA USTED QUE ME LEE, EN SU HONOR ALZO MI COPA!
Qué palabras más bellas le dedicas al 2011. Bien por ti, creo que eres de las pocas afortunadas a las que le ha ido bien. Yo espero que el 2012 nos vaya un poquito mejor, o por lo menos igual que el pasado. Brindo contigo por la felicidad. Abrazos
ResponderEliminarOjalá que este 2012 te traiga salud trabajo y mucho amor.
ResponderEliminarEl mio sabes que lo tienes siempre.
Besos amiga
Ligia! el camino es así, a veces agreste y otra veces tranquilo y sencillo, ya vendrán tiempos mejores! Un beso amiga!
ResponderEliminarToñy! saberme amada por ti es un regalo maravilloso! Gracias amiga por estar aquí en mi camino, te quiero mucho!
ResponderEliminar(Te he mandado fotos en un correo)