octubre 15, 2009

LA OSA MENOR AHORA BRILLA MAS

La madrugada de ahora nuestra mascota regreso a su constelación, la osa menor será desde ahora más brillante para los ojos de mi familia.

Nuestra perrita “Osa”, quien vivió a nuestro lado durante casi 15 años, se marcho para brillar en el cielo.

Es increíble como podemos llegar a tener un vínculo afectivo con esos seres tan especiales a los que llamamos animales, descubrir que son personajes con sentimientos, carácter, temperamento, nobleza, lealtad, humor y mal humor e inteligencia, realmente ha sido sorprendente.

En mi casa se experimenta un enorme vacío, veo a mis hijos a los ojos y les leo una profunda tristeza, pero también veo un destello de luz cuando hablan de todo el sin fin de locuritas que vivimos con nuestra mascota, son tantas aventuras que de una escribimos un cuento, nos reímos al recordarla de cómo ella vivió la vida a su manera, es mas… pienso que ella pensaba que era la dueña de nosotros, nos cuidaba de los gatos, era sorda a su favor, y vivía la vida como si nunca se fuera a terminar.
Era la mascota de mi hijo Pablo, recuerdo el día en que la lleve a casa, la escondí debajo de mi blusa y le dije: traigo una sorpresa… Cuando estuvieron frente a frente los ojitos de ambos de iluminaron y fueron uno para el otro hasta los últimos días de su mascota, puedo asegurar si ha habido algún momento en el que he visto a mi hijo mayor tener un derroche de ternura ha sido con su mascota.

Podría contar mil anécdotas de las locuras más extravagantes que la osa se dio el lujo de hacer, pero necesitaría un blog entero solo para ello, lo que si no puedo dejar de contarles es que una día al medio día salió a la calle, la puerta de la casa de enfrente estaba abierta y claro ella muy señorona entro como Pedro por su casa, la vecina la vio y no dijo nada pues ya estaba acostumbrada a esa clase de visitas, la señora fue a la cocina a terminar una jarra con fresco y la osa fue al comedor a comerse la carne con que los nietos de la señora iban almorzar ese día, la osa comió y muy tranquila se bajo de la mesa y salió para su casa… la de enfrente… jajajaja a los 5 minutos estaba la vecina diciendo que la osa le comió el almuerzo, que vergüenza, le quise preparar a la señora en el momento una carne pero ella insistió que no, que solo tuviéramos mas cuidado con nuestra mascota.

Esa era nuestra osa… ahora en el cielo junto a la osa Mayor…





Era callejero por derecho propio;
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya, sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser.
Libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer;
sin tener horario para hacer la siesta
ni rendirle cuentas al amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura,
que nos hace falta cada día más
era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.


era nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo
a quien rescataba de su soledad.

Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar
y era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.

Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó;
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.

Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción.
Vaga su recuerdo por los sentimientos
para derramarlos en esta canción.